Parámetros climáticos

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Parámetros climáticos2021-02-01T13:18:12+00:00

Sistema transfronterizo de análisis de parámetros climáticos (STAPC)

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Se propone una acción transfronteriza para poder gestionar mejor la gestión de plagas, desde su origen, a partir del conocimiento de los parámetros medioambientales. La acción la realizarán de modo conjunto, la Universidad de Perpignan Via Dolomitia y CIMNE.

El desarrollo de plagas está vinculado a la disponibilidad de cursos de agua, necesarios para el desarrollo de la larva acuática de la mosca negra. Esta larva se fija en los cursos de agua donde se alimenta de partículas por filtración. Es por ello muy importante disponer de una plataforma para disponer en el análisis de los parámetros meteorológicos y oceanográficos. Las masas de aire costeras en la región del Mediterráneo Noroccidental están fuertemente condicionadas por la circulación marina. En especial, interesa comprender la variabilidad de mesoescala de la circulación marina en el norte y sur de los Pirineos, pues es un parámetro que permite predecir la evolución anual de las precipitaciones en el área mediterránea.

• Con la plataforma STAPC, se monitorearán los remolinos de mesoescala de la circulación costera de norte a sur, su desaceleración durante la estratificación de la columna de agua y el avance del frente térmico desde el sur al norte durante el verano.
• Con la cámara térmica de los drones se tratará de caracterizar la circulación más cercana a la costa en la zona francesa próxima a Perpignan durante la génesis de los vórtices.

Finalmente, los datos serán muy útiles para comprender los momentos críticos de la especie objetivo y para administrar correctamente los pesticidas para su eliminación.

Se disponen de 4 áreas distribuidas de norte a sur (Ebro, Llobregat, Ter, Aiguamolls) donde pueden correlacionarse los parámetros medioambientales con la evolución de la plaga (génesis y propagación).

Para comprender este efecto, es necesario entender el mecanismo de la circulación marina en el POCTEFA Mediterráneo. La circulación marina en las costas frente a los Pirineos es ciclónica y de origen termohalino y está dominada por la Corriente Liguro-Provenzal (LPC), que generalmente fluye al suroeste a lo largo de la costa.

El movimiento de la LPC está determinado por un equilibrio geostrófico establecido entre dos fuerzas opuestas: (1) La fuerza debida al gradiente de presión por las diferencias en densidad, existente entre las más ligeras (y menos saladas) aguas de la plataforma y las masas de agua más densas sobre el talud continental, y (2) la Fuerza de Coriolis inducida por la rotación de la tierra. Esta situación da lugar a un corredor a través del cual fluye la LPC paralela a la costa.

En el Golfo de León, la LPC fluye de oeste a suroeste, desde Francia a España. Las plumas de los ríos generalmente se expanden sobre una amplia plataforma continental a una distancia relativamente corta de la costa. Debido a la baja densidad de fluvial, la descarga de líquidos, los penachos cargados de sedimentos puede desviarse hacia la costa donde se pueden acumular como lentes de agua de salinidad relativamente baja. Cuando soplan vientos del noroeste, las aguas salobres costeras pueden incluso alcanzar la plataforma exterior y la pendiente ubicadas varias decenas de kilómetros de la costa. Esta situación genera un surgimiento costero de aguas más profundas y densas (upwelling) inducido por el viento. El gradiente existente entre la baja salinidad costera y las aguas oceánicas del fondo que afloran contribuyen al desarrollo de giros anticiclónicos de mesoescala, que también son estimulados por el ligero debilitamiento de la LPC. Los giros pueden ocupar todo el territorio continental en su desarrollo. En el centro de estos giros, normalmente se hunde agua ligera de superficie hasta el fondo.

Normalmente, los episodios de viento de componente norte se suceden continuamente, debido a que responden a la oscilación del Polar Front Jet Stream atmosférico. Un nuevo pulso de viento de noreste puede provocar un nuevo surgimiento de agua hundida (que ocasionalmente puede tener menor densidad), con lo que la génesis de vórtices se produce, pero su sentido es esta vez ciclónico. El desarrollo de estos giros cerca de costa, empuja a los vórtices anticiclónicos hasta el talud, donde se propagan sobre sobre la LPC de noreste a suroeste entrando al mar catalán.

Esta corriente puede finalmente penetrar en la plataforma continental, influyendo en las masas de agua poco profundas y la dispersión de plumas del río significativamente. Los giros de mesoescala se propagan a una velocidad de unos 5 cm s-1. El intervalo de tiempo para el paso de dos giros consecutivos es de unos 20 días. Esto provoca que en el margen costero catalán, las estructuras de mesoescala generadas en episodios de vientos anteriores estén presentes durante un determinado tiempo.

El movimiento hacia el sur de las estructuras de mesoescala modifica la circulación costera. La corriente fluye de noreste a sureste y redirige los penachos de los ríos y las aguas costeras. Los años con muchos episodios de viento, se producen muchos remolinos que terminan frenando la circulación de mesoescala. Este frenado es mayor en verano, cuando se reducen los aportes de aguas continentales y disminuye el gradiente de densidad entre las aguas costeras y las oceánicas. La reducción del flujo de aguas del norte, facilita el calentamiento excesivo de las aguas al sur, sobre los remolinos de mesoescala.

El calentamiento del mar genera un calentamiento sobre las masas de aire, y ocasionalmente, da lugar a lluvias. El frenado de la corriente provoca el desplazamiento del frente térmico en el mar de sur al norte, situándose más al sur a principio de verano, y más al norte, conforme se aproxima el otoño. La disponibilidad de aire húmedo más al norte hace que las lluvias sean más abundantes y contribuye a aumentar los cursos de agua, y en consecuencia, en nuestra hipótesis a propagar la plaga.